Ya vimos cómo Kino, acompañando a Salvatierra, visitaron empezando 1691 el territorio donde actualmente se encuentra el Estado de Arizona, que obviamente entonces no existía, y llegaron hasta Tumacácori, ubicado unos 30 Km al Norte del actual Nogales. Un año después, por septiembre y acompañado de algunos indígenas, Kino se dirigía nuevamente al territorio que hoy es estadounidense.
Partió de su misión de Dolores y ascendió el río San Miguel, pasó por Remedios y luego cambió a la cuenca del Cocóspera para visitar la población que le da nombre a ese río. Continuó hasta su nacimiento en donde nuevamente cambió de cuenca y entró a la del hoy Río Santa Cruz. Pasó por San Lázaro que entonces era ya un antiguo rancho ganadero y continuó cauce arriba hasta pasar por Capazura, que hoy se llama Santa Bárbara y un poco más adelante por San Luis Bacoancos, que actualmente es el poblado del Centauro de la Frontera. El hermoso valle se extendía, enmarcado por los Picachos de Santa Bárbara, cuyo nombre se pierde en la bruma de los tiempos.
Continuó su viaje rumbo al Norte siguiendo el río, y un poco más adelante llegaba a la ranchería indígena de Guevavi, cuyo nombre se deriva de las palabras indígenas gi-vavia, o sea gran manantial y cuyas ruinas se pueden aún ver al norte de Nogales, Arizona. Poco más adelante visitaba nuevamente San José de Tumacácori, cuyo nombre indígena se ha borrado de la memoria, aunque posiblemente se derive de dos palabras Pima: chu-uma y kakul, que hacen referencia a ser el lugar plano y rocoso, en donde se detuvo a entregarle regalos a los indígenas y transmitirles la palabra de Dios para, en seguida, continuar su camino. Frente a él, todo era una región desconocida.
Siguió río abajo y dejó a un lado, hacia el oriente, los picos de la Sierra de Santa Rita, para entrar en seguida a un valle todavía más amplio que los anteriores. Se trataba del lugar en donde actualmente se encuentra la metrópoli de Tucsón, que obviamente entonces no existía, y continuando por las márgenes de ese río que hoy lleva el nombre de Santa Cruz, río que entonces corría todo el año, poco más adelante llegó a una gran ranchería indígena en la que vivían unas 800 almas, la que bautizó como San Xavier del Bac o Batki; San Xavier en honor de su santo patrono, mientras que Bac o Batki tiene un significado algo ambiguo que puede significar agua, carrizo, aunque también es el color verde.
En ese lugar les predicó a los indígenas y, concluída su labor misional en el lugar, se dirigió hacia el oriente hasta que llegó al actual río San Pedro a visitar “los otros sobaipuris, del oriente, del río San Joseph de Terrenate, o de Quíburi, que distan como treinta leguas.” Los indios Sobaipuris eran un grupo humano pimano que vivía al norte de Sonora y Sur de Arizona, en las márgenes del río San Pedro; el lugar que visitó se encontraba en las cercanías de donde hoy está el poblado de Benson, situado sobre el río que hoy conocemos como San Pedro. Después continuó corriente arriba por este río y un poco más adelante llegó a “su principal ranchería, que es la de San Salvador de Baicatcan, el capitán Coro y los demás me recibieron con todo agasajo.”
Continuó después rumbo al sur, pasó por la sierra de Huachuca y en seguida por Santa María, actual Santa Cruz, ya sobre el río de ese nombre, para pasar después por San Lázaro y de allí de vuelta a sus misiones de Cocóspera, Remedios y Dolores. Un año más tarde, otro grupo de misioneros llegaba a la Pimería Alta, entre ellos se encontraba el Padre Agustín de Campos, que se encargaría de San Ignacio y le tocaría enterrar a Kino años después, sobreviviéndole hasta la década de 1740.
Los meses siguientes, Kino se dedicó a terminar la construcción de su iglesia en Dolores, la que fue consagrada el domingo 26 de abril de 1693. Luego dirigiría su atención a intentar llegar a la costa californiana en una empresa que lo llevaría a la dimensión de lo inmortal. El espacio se agota, sin embargo, por lo que cubriré ese tema posteriormente.
Ruta del viaje de 1692 |
Partió de su misión de Dolores y ascendió el río San Miguel, pasó por Remedios y luego cambió a la cuenca del Cocóspera para visitar la población que le da nombre a ese río. Continuó hasta su nacimiento en donde nuevamente cambió de cuenca y entró a la del hoy Río Santa Cruz. Pasó por San Lázaro que entonces era ya un antiguo rancho ganadero y continuó cauce arriba hasta pasar por Capazura, que hoy se llama Santa Bárbara y un poco más adelante por San Luis Bacoancos, que actualmente es el poblado del Centauro de la Frontera. El hermoso valle se extendía, enmarcado por los Picachos de Santa Bárbara, cuyo nombre se pierde en la bruma de los tiempos.
Continuó su viaje rumbo al Norte siguiendo el río, y un poco más adelante llegaba a la ranchería indígena de Guevavi, cuyo nombre se deriva de las palabras indígenas gi-vavia, o sea gran manantial y cuyas ruinas se pueden aún ver al norte de Nogales, Arizona. Poco más adelante visitaba nuevamente San José de Tumacácori, cuyo nombre indígena se ha borrado de la memoria, aunque posiblemente se derive de dos palabras Pima: chu-uma y kakul, que hacen referencia a ser el lugar plano y rocoso, en donde se detuvo a entregarle regalos a los indígenas y transmitirles la palabra de Dios para, en seguida, continuar su camino. Frente a él, todo era una región desconocida.
Siguió río abajo y dejó a un lado, hacia el oriente, los picos de la Sierra de Santa Rita, para entrar en seguida a un valle todavía más amplio que los anteriores. Se trataba del lugar en donde actualmente se encuentra la metrópoli de Tucsón, que obviamente entonces no existía, y continuando por las márgenes de ese río que hoy lleva el nombre de Santa Cruz, río que entonces corría todo el año, poco más adelante llegó a una gran ranchería indígena en la que vivían unas 800 almas, la que bautizó como San Xavier del Bac o Batki; San Xavier en honor de su santo patrono, mientras que Bac o Batki tiene un significado algo ambiguo que puede significar agua, carrizo, aunque también es el color verde.
En ese lugar les predicó a los indígenas y, concluída su labor misional en el lugar, se dirigió hacia el oriente hasta que llegó al actual río San Pedro a visitar “los otros sobaipuris, del oriente, del río San Joseph de Terrenate, o de Quíburi, que distan como treinta leguas.” Los indios Sobaipuris eran un grupo humano pimano que vivía al norte de Sonora y Sur de Arizona, en las márgenes del río San Pedro; el lugar que visitó se encontraba en las cercanías de donde hoy está el poblado de Benson, situado sobre el río que hoy conocemos como San Pedro. Después continuó corriente arriba por este río y un poco más adelante llegó a “su principal ranchería, que es la de San Salvador de Baicatcan, el capitán Coro y los demás me recibieron con todo agasajo.”
Continuó después rumbo al sur, pasó por la sierra de Huachuca y en seguida por Santa María, actual Santa Cruz, ya sobre el río de ese nombre, para pasar después por San Lázaro y de allí de vuelta a sus misiones de Cocóspera, Remedios y Dolores. Un año más tarde, otro grupo de misioneros llegaba a la Pimería Alta, entre ellos se encontraba el Padre Agustín de Campos, que se encargaría de San Ignacio y le tocaría enterrar a Kino años después, sobreviviéndole hasta la década de 1740.
Los meses siguientes, Kino se dedicó a terminar la construcción de su iglesia en Dolores, la que fue consagrada el domingo 26 de abril de 1693. Luego dirigiría su atención a intentar llegar a la costa californiana en una empresa que lo llevaría a la dimensión de lo inmortal. El espacio se agota, sin embargo, por lo que cubriré ese tema posteriormente.
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